Para cualquier proceso de creación debemos seguir una secuencia ordenada de tareas desde que detectamos el problema hasta que obtenemos la solución. Esto es lo que llamamos proceso tecnológico y lo podemos dividir en las siguientes fases:
- Detectar el problema.
- Propuesta de trabajo en la que se especifican las condiciones iniciales que debe cumplir nuestro objeto.
- Búsqueda de información que nos ayude a encontrar una solución idónea. Esto podemos hacerlo preguntando a un experto y buscando bibliografía en libros o en la web.
- Diseño: explorar ideas y concretar la solución. Con toda la información que hemos recopilado, buscamos posibles soluciones a nuestro problema y vemos cuál de ellas podemos desarrollar, teniendo en cuenta nuestros conocimientos, habilidades, material del que disponemos, tiempo de ejecución, etc. También en esta fase, plasmamos nuestro proyecto de forma gráfica (bocetos y croquis).
- Planificación. Ahora es el momento de concretar los detalles necesarios para la construcción: tareas (qué tareas y quién las va a realizar) y medios (materiales, herramientas y tiempo disponible).
- Construcción del prototipo siguiendo el plan definido, respetando normas de seguridad en el trabajo de taller y solventando los problemas que puedan surgir.
- Evaluación. Comprobar el resultado para ver si se adapta a las condiciones establecidas en un inicio. Si no es así volvemos a la fase de planificación y rectificamos lo que sea necesario.
En la web de LINALQUIBLA encontrarás actividades, pasatiempos y autoevaluación del proceso tecnológico.
